Este lunes dio comienzo en Kananaskis, Canadá, la nueva edición de la Cumbre del G7, que reúne a las siete economías más desarrolladas del mundo junto a la Unión Europea. El encuentro, que originalmente iba a extenderse durante más días, fue acotado a dos jornadas intensas de trabajo, con la mirada puesta en los principales desafíos económicos y geopolíticos a nivel mundial.
Durante esta primera jornada, los líderes participan de una sesión clave de 90 minutos para analizar las perspectivas de la economía global. Posteriormente, se realizará un almuerzo de trabajo centrado en la seguridad energética, en un contexto de incertidumbre internacional y transición hacia energías sostenibles.
El G7 está integrado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, más la Unión Europea. La cumbre de este año, organizada por el primer ministro canadiense Mark Carney, también contará con la presencia de líderes invitados de países no miembros, entre ellos Ucrania, India, Brasil, México, República de Corea, Sudáfrica, Australia y Emiratos Árabes Unidos.
El objetivo de esta edición es fortalecer la cooperación internacional ante un escenario global cambiante y establecer lineamientos comunes que promuevan estabilidad, crecimiento sostenible y seguridad energética a largo plazo.