Este lunes, el Zoom de la Municipalidad de Laboulaye fue sede de un importante conversatorio sobre adopción, impulsado por la Oficina Municipal de Adopción. Entre los invitados especiales se encontró el obispo Monseñor Adolfo Uriona, quien brindó una profunda reflexión sobre el significado de adoptar y su valor desde la mirada de la fe.
En diálogo con Cadena Melodías, Monseñor Uriona explicó que la Iglesia tiene una postura muy favorable frente a la adopción y que incluso la promueve como un acto de amor profundo tanto para los niños como para las parejas.
“La paternidad y la maternidad son caminos de realización muy importantes. La adopción es una gran oportunidad para transmitir amor, especialmente en un contexto donde la natalidad viene en descenso y enfrentamos lo que el Papa Francisco llama un ‘invierno demográfico’”, expresó el obispo.



Durante la charla, también destacó la importancia de mirar a los niños por sobre los intereses adultos: “Hay que superar los egoísmos y pensar más en los chicos, que son los verdaderos protagonistas. Cada niño en situación de adopción llega con una historia de dolor, y necesita una familia que lo ame y lo acompañe en su sanación”.
Además, valoró profundamente la iniciativa del municipio de capacitar y acompañar a personas e instituciones de toda la provincia en este proceso. “Cuando me invitaron, no dudé en decir que sí. Me pareció una idea hermosa y valiosa, aunque no sea un tema que yo trabaje a diario. Pero es necesario estar”, agregó.
Monseñor Uriona también compartió con emoción su vínculo personal con el Papa Francisco, a quien conoció cuando tenía 21 años, además fue su formador y lo ordenó como obispo. “Fue una figura de paternidad espiritual muy fuerte. Para nosotros, y para el mundo, fue un padre que supo señalar los errores del sistema y acompañar el sufrimiento de muchos”, remarcó.
El evento marcó un nuevo paso en la construcción de conciencia social sobre el valor de la adopción como acto de amor, justicia y construcción familiar.