CRUZ DEL EJE – En la tranquilidad de una mañana, con la caña de pescar como fiel compañera, Ernesto Moreno, conocido por todos como «El Pulpo», define su vida entre el paisaje sereno del dique Cruz del Eje. Para él, la pesca es mucho más que un hobby; es su terapia, «lo más lindo, mejor que un psicólogo», confiesa con una sonrisa.
En una entrevista concedida durante su jornada de pesca, este hombre, nacido y criado en esta ciudad del noroeste de la provincia de Córdoba, compartió no solo su pasión, sino también un retrato íntimo de la localidad que lo vio nacer y que, asegura, lo verá morir.
Un sustento que se esfumó
Moreno describió a Cruz del Eje como una ciudad «muy especial», con cerca de 50.000 habitantes y una economía que históricamente ha dependido del empleo público. Sin grandes fábricas, la comunidad encontró en el dique una vital fuente de trabajo a través del turismo, la venta de carnada y de pescado.
Sin embargo, los últimos dos años han sido de prueba. Una gran mortandad de peces azotó el embalse, un golpe del que el pueblo aún se recupera. «No hay pesca y cero turismo en Cruz del Eje», lamentó «El Pulpo», resumiendo una crisis que afecta directamente a los ingresos de muchas familias que dependían de este recurso natural.
El atractivo que persiste
A pesar de las dificultades, el potencial turístico del lugar es innegable. Moreno destacó las bondades del balneario municipal «La Cartuja», abierto las 24 horas y equipado con numerosos asadores para disfrutar de un día de campo. Además, resaltó la existencia de una pileta de agua natural, «súper sana», que emerge directamente del dique, como uno de los principales atractivos para los visitantes.
La leyenda de la «ruptura» del dique
La conversación derivó hacia una anécdota curiosa que forma parte del folklore local: la falsa alarma de que el dique se había roto. Moreno relató que, en una fecha que coincide con el cumpleaños de su hermana (un 21 de septiembre), una broma pesada de unos jóvenes desató el pánico en el pueblo.
«Imaginate, fue un desastre», recordó entre risas. La historia, que incluye relatos de vecinos evacuando sus casas en ropa interior y reuniéndose al pie de la Virgen que se encuentra a la entrada de la ciudad, quedó tan grabada en la memoria colectiva que incluso inspiró una película de la que, aunque no recuerda al autor, muchos en Córdoba han oído hablar.
La entrevista concluyó con el agradecimiento a «El Pulpo», un personaje querido que, con su caña y sus historias, representa la identidad de un pueblo resiliente y la esperanza de que las aguas del dique vuelvan a llenarse no solo de peces, sino también de turistas y de prosperidad para Cruz del Eje.