Cadena Melodías – En una emisión especial por los 19 años ininterrumpidos del programa «Sin Vueltas», el licenciado en Ciencia Política Luis Gatti, desde la Consultora Virtú, analizó dos ejes centrales de la agenda actual: los cambios en el gabinete de Javier Milei y la escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela. Un repaso profundo de temas que marcan la coyuntura nacional e internacional.
El politólogo Luis Gatti junto a Maxi en los estudios de Cadena Melodías, en el programa especial por el 19° aniversario de «Sin Vueltas».
La polémica designación de Carlos Presti en Defensa
Uno de los anuncios más resonantes del presidente Javier Milei es el relevo en el Ministerio de Defensa. Luis Petri asumirá su banca como diputado nacional y en su lugar llegará Carlos Presti, actual Jefe Mayor del Ejército Argentino.
Esta designación no está exenta de controversia. En primer lugar, porque Carlos Presti es un militar en actividad, lo que colisiona con la tradición y normativas que buscan mantener a las Fuerzas Armadas alejadas de la política partidaria. Asumir un ministerio en un gobierno con una impronta política tan marcada implica, sin dudas, tomar una postura.
Además, el análisis no puede obviar el historial familiar. Su padre, homónimo, fue un militar acusado de delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar, imputado en más de 40 causas, que participó de los levantamientos «cara pintada» y fue luego indultado. Si bien los actos de un padre no deben recaer sobre un hijo, el nombramiento reaviva debates sensibles sobre memoria y justicia.
La pregunta que plantea Gatti es qué rumbo tomará la cartera de Defensa: ¿se avanzará hacia un ejército profesional y tecnificado, o se alineará linealmente con la política exterior de Milei, facilitando, por ejemplo, la instalación de bases extranjeras?
Carlos Presti, designado Ministro de Defensa, en un acto castrense.
Venezuela: ¿Guerra contra el narcotráfico o por el petróleo?
El segundo bloque de la columna se centró en la creciente tensión en Venezuela. La administración de Donald Trump ha intensificado su presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro con medidas concretas y una retórica belicista.
Estados Unidos ha cerrado el espacio aéreo comercial a Venezuela, ha movilizado una flota considerable al Caribe –incluyendo el portaviones Hereford y 15,000 efectivos– y, lo más grave, ha habido un ultimátum telefónico directo de Trump a Maduro, exigiéndole su renuncia inmediata.
El pretexto oficial es la lucha contra las «lanchas narco» que, según Washington, transportan droga hacia sus costas. Sin embargo, como señala Luis Gatti, esto genera dudas: «Si fuera por la droga, EE.UU. también tendría que intervenir en México o Colombia, principales productores».
La sombra del petróleo es alargada. Venezuela posee las mayores reservas probadas del mundo, con más de 300,000 millones de barriles. La duda estratégica que queda planteada es si el objetivo real es combatir el narcotráfico o controlar los vastos recursos energéticos venezolanos en un contexto de reconfiguración geopolítica.
La columna de Luis Gatti, presentada por la Consultora Virtú, dejó en claro que ambos temas –la interna del gobierno argentino y el conflicto internacional– requieren de un seguimiento responsable y crítico por parte de la ciudadanía.
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